En un mundo donde la conectividad es clave, los servicios técnicos 24 horas son una necesidad imperante. Sin embargo, detrás de la conveniencia aparente y la promesa de atención constante, yace una realidad menos visible pero igualmente importante: el costo para los trabajadores que brindan este servicio.

A menudo, las empresas que ofrecen atención las 24 horas no cuentan con un equipo dedicado exclusivamente a este propósito. En su lugar, recurren a los mismos empleados que trabajan durante el día, quienes además están de guardia fuera del horario laboral. Esta situación, aunque común, genera un desgaste significativo para el empleado.

Imagínate estar pendiente del teléfono incluso cuando deberías estar descansando o disfrutando de tu tiempo libre. Esta es la realidad para muchos trabajadores que se ven obligados a estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Y aunque pueda parecer que están siendo bien remunerados por este sacrificio, la verdad es que la compensación no siempre es justa.

En la mayoría de los casos, una semana de guardia puede significar apenas unos pocos cientos de euros brutos, y en algunos casos, ni siquiera se recibe una compensación adicional por este servicio. Es decir, por apenas unos 800€, la empresa asegura atención constante, pero a costa del bienestar y la estabilidad emocional de sus empleados.

Este escenario plantea varios desafíos para los trabajadores. El agotamiento mental y físico es inevitable cuando se está constantemente en alerta, incluso durante las horas de descanso. Además, la imposibilidad de desplazarse geográficamente durante el tiempo libre limita las actividades recreativas y las oportunidades de desconexión necesarias para recargar energías.

Otro aspecto a considerar es cómo los clientes, empoderados por el hecho de pagar por un servicio 24/7, a menudo abusan de esta disponibilidad. Llaman a horas intempestivas por problemas triviales o incluso para consultas que no están relacionadas con el servicio técnico, bajo la creencia errónea de que al tener esta cobertura, las llamadas "salen gratis".

En última instancia, esta situación no solo afecta la calidad de vida de los trabajadores, sino que también puede llevar a una alta rotación de personal. Los empleados se sienten quemados y desmotivados, lo que puede resultar en una pérdida de talento para la empresa y una disminución en la calidad del servicio ofrecido.

En conclusión, si bien los servicios técnicos 24/7 son una necesidad en el mundo moderno, es crucial reconocer y abordar el costo humano que conllevan. Las empresas deben reconsiderar su enfoque hacia estos servicios, asegurando una compensación justa y adoptando medidas para proteger el bienestar de sus empleados. Solo así se puede garantizar una atención constante y de calidad, sin sacrificar la salud y la felicidad de quienes la proporcionan.