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El síndrome de Cronos

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El síndrome de Cronos es un fenómeno observado en el ámbito laboral en el que una persona en posición de liderazgo, por temor a perder su posición o estatus, tiende a obstaculizar el crecimiento y desarrollo de aquellos empleados que podrían representar una amenaza para su puesto. Esta actitud no solo afecta a la víctima, sino también al ambiente laboral y, en última instancia, a la productividad de la organización. El término hace referencia a Cronos, el titán de la mitología griega que devoraba a sus propios hijos para evitar que uno de ellos lo destronara. De manera similar, los líderes o jefes que padecen este síndrome buscan impedir que sus subordinados alcancen su potencial, especialmente si perciben que podrían superarlos en talento o habilidades.

Este síndrome se manifiesta de diversas maneras en el entorno laboral, desde la retención de información crucial para el desempeño de los subordinados hasta la asignación de tareas poco relevantes o de escasa visibilidad dentro de la organización. El líder que actúa bajo el síndrome de Cronos evita delegar responsabilidades importantes, lo que impide que los empleados adquieran nuevas competencias y crezcan profesionalmente. Esta actitud se convierte en un círculo vicioso: mientras más limitada es la experiencia y el desarrollo de los trabajadores, menor es su capacidad para aspirar a roles de mayor responsabilidad, y, a su vez, mayor es el control que el jefe logra mantener sobre ellos. Esta dinámica también puede afectar la confianza y la motivación de los empleados, llevándolos a sentirse subestimados o poco valorados.

La falta de apoyo y reconocimiento es otro rasgo común del síndrome de Cronos. Los líderes que padecen este síndrome evitan elogiar o visibilizar los logros de sus subordinados, o incluso toman crédito por el trabajo realizado por el equipo. Esta actitud no solo disminuye la moral del grupo, sino que genera un ambiente de desconfianza y resentimiento. Los empleados pueden llegar a pensar que, sin importar cuánto esfuerzo o dedicación pongan en su labor, nunca recibirán el reconocimiento que merecen, lo que eventualmente afecta su rendimiento y compromiso con la empresa.

En muchas ocasiones, el síndrome de Cronos puede pasar desapercibido o confundirse con un estilo de liderazgo autoritario o extremadamente controlador. Sin embargo, a diferencia de otros estilos de liderazgo, la motivación detrás del comportamiento de alguien con este síndrome es el temor al cambio y la inseguridad personal. El líder que actúa así siente una constante amenaza a su posición y teme que al formar o desarrollar a sus colaboradores se quede sin un lugar en la organización. Esta inseguridad personal lo lleva a actuar de forma egoísta y a sabotear el desarrollo de quienes, en lugar de representar un peligro, podrían ser un gran apoyo y un motor de cambio dentro de la empresa.

Los efectos del síndrome de Cronos no solo se limitan a los empleados que lo padecen directamente, sino que también afectan la cultura de toda la organización. La falta de oportunidades de desarrollo y de reconocimiento puede llevar a la rotación de personal, con la consecuente pérdida de talento y de inversión en formación y capacitación. Además, en el largo plazo, el síndrome de Cronos reduce la competitividad de la empresa, ya que limita el crecimiento y el dinamismo del equipo. Para una organización, contar con un equipo diverso, capacitado y motivado es esencial para enfrentar nuevos desafíos y adaptarse a cambios en el mercado.

Autor: Alex Ibarra

Publicado: 2025-01-04